Recibes una invitación de boda y lo primero que te viene a la cabeza es la eterna duda entre las invitadas: ¿Qué me pongo?
El lugar del enlace, la estación del año, y si se trata de una boda rural, a las orillas del mar, en una finca o en plena ciudad, influyen a la hora de decidirse por un vestido cóctel, un conjunto de dos piezas o un larguísimo traje de noche.
Pero no son los únicos. La hora del día propone, de manera natural, una infinita gama de colores en la que inspirarse a la hora de elegir traje: los amarillos y cremas llenos de luz del mediodía, los tostados, salmones y arena de la tarde, o el violeta, azul petróleo y negro para la noche son sólo algunos de ellos…
A medio día:
Media tarde:
Noche:
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